David Rives
En 1781, Señor William Herschel realizó un descubrimiento que cambiaría la astronomía de su época. Durante casi un siglo, desde el descubrimiento de Cassini de 4 lunas nuevas alrededor de Saturno, ningúnos cuerpos celestes se habían añadido al sistema solar. El descubrimiento de Herschel no era simplemente otro satélite planetario, pero otro planeta completamente. El planeta Urano.
Urano tiene 27 lunas conocidas, y una serie de anillos, débiles y muy estrechos. Mientras que los anillos son muy difícil de distinguir en los telescopios terrestres de ruedas, William Herschel registró esta entrada durante una de sus observaciones: “22 de febrero 1789: Un anillo era sospechoso”.
El séptimo planeta del sol, Urano tiene una atmósfera compuesta principalmente de hidrógeno y helio. Su temperatura desciende a extremas mínimos de -370 grados Fahrenheit(-223 Celsius), haciéndolo el planeta más frío en nuestro sistema solar.
Probablemente una de las características más singulares del planeta es su inclinación del eje de 97 grados. Esto significa que Urano, en su órbita, parece rodar alrededor del sol como una bola gigante. También es interesante notar de que tiene un fuerte campo magnético, que se fija en un ángulo muy diferente del eje de rotación. Auroras pueden ser observado en Urano, igualmente como presenciamos en la Tierra, causadas por partículas solares cargadas que entran a través de los polos magnéticos.
El planeta ya ha sido visitado por la nave espacial Voyager 2, en 1986, pero permanece mucho misterio acerca de este extraño gigante azul.
Soy David Rives…
Realmente, los Cielos Declaran la Gloria de Dios.
